martes, 27 de mayo de 2014

En la siguiente entrada del blog, explicaré en que consistió la primera sesión del taller de teatro y la función que ha tenido para mí. Esta sesión se baso en lo que se conoce como “Teatro del Oprimido”,  algo que ya comenté en entradas anteriores y en las que señale la ayuda como herramienta que puede representar para el educador social. En esta primera sesión, hemos tratado algunos aspectos del teatro del oprimido como son el teatro de imagen.


Primeramente, realizamos algunas dinámicas que podemos calificar como de relajación para crear el ambiente propicio en el que se desenvuelve el teatro. Luego proseguimos con el teatro imagen y la “cámara fotográfica”, nos ayudo a ganar confianza con nuestros compañeros. Estas dos actividades ayudan a mejorar aspectos de creación y desde mi punto de vista, ayudan también a mejorar la imaginación personal. Acabando ya la sesión, nos adentramos totalmente en lo que es en sí el Teatro del Oprimido, ya que teníamos que realizar por medio de una actividad en grupo una situación de característica opresora. Una vez representada esta situación, podíamos optar a representar, cambiar de aspecto los tres aspectos que componen esta escenificación: opresor, oprimido o espectador.



Por último, este taller ha presentado en mí un grado de innovación porque no es común realizar un taller de teatro. No es común realizar prácticas que realmente nos interesan y nos ayudan en nuestra formación como educadores sociales. Conocer nuevas dinámicas que me han impactado gratamente. En definitiva, una herramienta más para trabajar con cualquier colectivo porque pienso que las dinámicas son totalmente adaptables  a cualquier persona y grupo.


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