En la siguiente entrada
del blog, explicaré en que consistió la primera sesión del taller de teatro y
la función que ha tenido para mí. Esta sesión se baso en lo que se conoce como
“Teatro del Oprimido”, algo que ya
comenté en entradas anteriores y en las que señale la ayuda como herramienta
que puede representar para el educador social. En esta primera sesión, hemos
tratado algunos aspectos del teatro del oprimido como son el teatro de imagen.
Primeramente,
realizamos algunas dinámicas que podemos calificar como de relajación para
crear el ambiente propicio en el que se desenvuelve el teatro. Luego
proseguimos con el teatro imagen y la “cámara fotográfica”, nos ayudo a ganar
confianza con nuestros compañeros. Estas dos actividades ayudan a mejorar aspectos
de creación y desde mi punto de vista, ayudan también a mejorar la imaginación
personal. Acabando ya la sesión, nos adentramos totalmente en lo que es en sí
el Teatro del Oprimido, ya que teníamos que realizar por medio de una actividad
en grupo una situación de característica opresora. Una vez representada esta
situación, podíamos optar a representar, cambiar de aspecto los tres aspectos
que componen esta escenificación: opresor, oprimido o espectador.
Por último, este taller
ha presentado en mí un grado de innovación porque no es común realizar un
taller de teatro. No es común realizar prácticas que realmente nos interesan y
nos ayudan en nuestra formación como educadores sociales. Conocer nuevas
dinámicas que me han impactado gratamente. En definitiva, una herramienta más
para trabajar con cualquier colectivo porque pienso que las dinámicas son
totalmente adaptables a cualquier
persona y grupo.